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La Biblioteca: El Hundimiento

Biblioteca
Library c. 1910. Courtesy of Denver Public Library.

La Biblioteca c. 1910. Cortesía de Denver Public Library.

La biblioteca refleja la pasión de Margaret por el conocimiento, como vemos en estas bibliotecas originales de piso a techo que pertenecían a la familia Brown. Los dos hijos de la familia, Larry y Helen, primero fueron a la escuela aquí en Denver: Larry asistió a la escuela Sacred Heart, y Helen a Loretto Heights Academy. Margaret continuó con su educación y asistió a clases en el Carnegie Institute, cuando fundaron una universidad para mujeres. Aprendió a hablar francés, italiano, alemán y, más adelante, ruso y griego.

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También le apasionaba escribir, en general sobre sus viajes por el mundo; sus escritos incluían críticas al sistema de castas de la India y relatos de un viaje familiar por los Alpes. Sus ensayos se publicaron en los periódicos de Denver y en otros periódicos del país, lo que permitió que otras personas compartieran sus aventuras y aprendieran un poco más sobre el mundo.

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Iceberg contra el que supuestamente chocó el RMS Titanic en abril14, 1912. United States Coast Guard.

Cuando el Titanic chocó contra el iceberg, en un principio, Margaret contó que estaba afuera, en la cubierta. En la primera entrevista que le hicieron a bordo del barco de rescate Carpathia, después de atracar en Nueva York, dejó de consolar a un pasajero de tercera clase para decirle al periodista que había estado caminando en la cubierta con una tal Sra. Brayton. Contó: “El Sr. Haven de Nueva York acababa de decir: ‘¡Qué placer es viajar así!’ cuando el barco dio un sacudón tremendo, se elevó en el aire y volvió a asentarse.”

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Cuando Margaret llegó a Denver 10 días después, los periódicos estaban informando que el iceberg golpeó el barco “directamente debajo del camarote individual de Margaret”. El relato continuaba: “Al no conocer la gravedad del accidente y por miedo a preocupar innecesariamente a las otras mujeres que iban a bordo, se quedó tranquila en su camarote”. ¿Cambió Margaret su historia o los periodistas decidieron crear el personaje de una Sra. Brown tranquila y en sus cabales?

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Para cuando Margaret envió su historia sobre el Titanic al Newport Herald, dijo que estaba en su camarote terminando de leer un libro: “Estaba tan absorta en la lectura”, dijo, “que le di muy poca importancia al golpe que sentí en la ventana que tenía sobre la cabeza y me tiró al suelo.”

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RMS Titanic

¿Podría ser que, en el caos de ayudar a los demás en el Carpathia, hubiese pasado por alto el detalle de que estaba en su camarote cuando el barco golpeó el iceberg? ¿O fue que, después de leer en los periódicos que el iceberg golpeó el barco justo debajo de su camarote, esa fue la historia que comenzó a reproducirse en su mente? Tal vez caerse de la cama era una historia más interesante para la crónica.

 

En las primeras entrevistas que le hicieron, describió con lujo de detalle el naufragio y su experiencia en el bote salvavidas. Estos relatos de Margaret nos ofrecen una imagen vívida y emotiva de sus recuerdos mientras se alejaba del imponente barco que se hundía:

“Bajábamos al agua tan lentamente, como si fuera un simulacro… Toda la situación parecía una obra de teatro, un drama que estábamos representando para entretener. No parecía real.”

“Durante un tiempo después de llegar al agua, miramos el barco. Se escuchaba la banda. Todas las luces brillaban. Parecía una imagen perfectamente natural.”

“Comenzaba a hacer frío. Me quité el salvavidas porque sabía lo fría que estaba el agua, y sentía que si me iba a morir ahogada, quería que fuera rápido… No quería prolongar la situación”

“Piense en alguna experiencia que vivió por primera vez, y en cómo la recordó más tarde.
¿En qué cambió el recuerdo de esa experiencia con el paso del tiempo?”

“En el bote salvavidas, con un navegante a mi lado, remé con todas mis fuerzas durante siete horas y media. Remé hasta sentir que mi cabeza ya no podía más, hasta pensar que había muerto. Le debo la vida al ejercicio.”

“Ustedes que han escapado de esto nunca sabrán el infierno que vivimos.”

Cuando el barco se hundió en las profundidades del Atlántico, se llevó consigo las pertenencias de todos los pasajeros que iban a bordo. Solo algunas de las pertenencias de Margaret sobrevivieron al naufragio: la ropa que llevaba puesta, $500 y un recuerdo de Egipto. Este pequeño amuleto egipcio que ve aquí, llamado ushabti, estaba en el bolsillo de Margaret.

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Este recibo postal que forma parte de la exposición estaba en el bolsillo de uno de los empleados postales que iban a bordo, Oscar Woody. Mientras celebraba su cumpleaños en el Titanic, Woody sintió que el barco golpeó el iceberg y se apresuró a llegar a la sala de correo para salvar la correspondencia. Tomó este recibo postal de una de las bolsas de correspondencia para luego poder contabilizar lo que se hubiese perdido. La tripulación del Titanic no era prioridad para el rescate, por lo que Woody no sobrevivió y este recibo se recuperó de su cuerpo.

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