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El Comedor: Ayudar a los Sin Amigos

Comedor
Margaret Brown in the Dining Room. Courtesy Stephan Hart Library, History Colorado.

Margaret Brown en el Comedor. Cortesía Stephan Hart Library, History Colorado.

La única fotografía conocida de Margaret que le tomaron dentro de la casa fue aquí, en el comedor. Los Brown organizaban muchas reuniones sociales que generalmente eran recaudaciones de fondos para sus causas preferidas. El Titanic no fue la excepción. Margaret comenzó a recaudar fondos tan pronto como estuvo a bordo del barco de rescate.

 

Las noticias publicadas en los periódicos después de la tragedia del Titanic hacían foco en los pasajeros adinerados, como la Sra. Brown. Eran las celebridades de 1912. Este recuerdo del Titanic hace hincapié en la primera clase y deja de lado las dificultades de las clases más bajas y los pasajeros inmigrantes a los que Margaret ayudó.

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El Titanic llevaba a cientos de inmigrantes que pretendían comenzar una vida en Estados Unidos. Personas de China, Rusia, Suecia, Finlandia, Siria e Irlanda —quienes, en su mayoría, viajaban en tercera clase— empacaron todo lo necesario para un nuevo comienzo en otro país, sin saber que luego lo perderían todo en las profundidades del mar.

PHILANTHROPY AND ACTIVISM

Estudio del Titanic de un barco de emigrantes Certificado de Liquidación - National Archives, U.K.

Al llegar a Estados Unidos después de esta terrible experiencia, incluida la pérdida de sus familiares, los inmigrantes del Titanic debieron recomponerse y encontrar el modo de iniciar una nueva vida en un lugar desconocido. Sobre ellos, Margaret dijo que “no tenían amistades y que estaban en un país desconocido”, por lo que necesitaban más ayuda que otros. Pero algunos nunca recibieron esa ayuda: la Ley de Exclusión China, sancionada en 1882 y que finalizó en 1902, impedía el ingreso de ciudadanos chinos a Estados Unidos. Los seis hombres chinos que sobrevivieron al naufragio nunca desembarcaron del Carpathia y fueron deportados el día después de su llegada a Nueva York.

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En una entrevista que le hicieron mientras viajaba en tren de regreso a Denver, Margaret dijo sentirse decepcionada de los sobrevivientes más acaudalados, que se negaron a ayudarla a ofrecer asistencia a los inmigrantes y a la tripulación del Titanic. Cuando se acercaba a estos “peces gordos” —según sus palabras—, que estaban “a sus anchas en la comodidad de las estancias” en la cubierta del Carpathia, para pedirles que aportaran dinero al fondo de alivio que había creado, le decían que no se preocupara y que todo se resolvería. Margaret les respondía que los inmigrantes, quienes no tenían ni un centavo, “no tendrían un Ritz-Carlton o un Waldorf que los recibiera al llegar.”

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Rápidamente, echó por tierra la idea de que una tragedia de tal magnitud como lo fue la del Titanic uniría a personas de todas las clases sociales en un mismo nivel. “Incluso al enfrentarse a la muerte”, dijo, “los ‘aristócratas’ seguían apartados”. Margaret fue criticada por creer esto y, muchos años más tarde, recordó los hechos con algunas diferencias: dijo que, en realidad, sí hubo una suerte de “nivelación social.”

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Luego de darse por vencida con los esnobs, Margaret puso en el fondo los $500 que había guardado en su bolsillo antes de subirse al bote salvavidas. A partir del momento en el que creó el Comité de Sobrevivientes del Titanic y publicó listas de las personas que habían aportado dinero y las que no, comenzó a obtener más apoyo. Al desembarcar del Carpathia, había recaudado entre $5,000 y $10,000.

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Una parte de los fondos se usó para agradecerles al capitán y a la tripulación del Carpathia por su heroísmo y por atender a los sobrevivientes del Titanic. Como directora del Comité de Sobrevivientes, unas semanas después le pidieron a Margaret que hiciera entrega de un trofeo y de medallas al capitán Rostron y a su tripulación, en lo que fue una ceremonia con gran cobertura de los medios. Una de estas medallas forma parte de la exposición.

Sra. Brown presentando una copa amorosa al Capt. Arthur Rostron de la Carpathia, cortesía de la Biblioteca del Congreso;
Medalla Carpathia- La Biblioteca Pública de Denver

En aras del heroísmo de la tripulación del Carpathia y de la compasión de Margaret, ¿qué podría hacer para ayudar a los menos afortunados?

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